En 2024, las empresas siguen teniendo dificultades para contratar. El 57,4% de ellas considera difícil contratar empleados. Seis de cada diez empresarios prevén dificultades para cubrir puestos vacantes, debido a :
- Un número insuficiente de solicitudes (en el 85% de los casos).
- Perfiles de candidatos inadecuados para el puesto a cubrir (76%).
- Una imagen poco atractiva para el talento (24%).
Las organizaciones necesitan nuevas herramientas de contratación para hacer frente a los retos a los que se enfrentan. Ya se trate de atraer a los mejores talentos, mantenerlos comprometidos durante todo el proceso o evaluar sus competencias.
La gamificación, o integración de experiencias divertidas e interactivas, es una forma de optimizar la experiencia del candidato. En este artículo, analizamos las ventajas de ofrecer concursos para mejorar su proceso de contratación, inspirándonos en varios ejemplos.
Gamificación de la contratación: principios básicos
La gamificación consiste en introducir elementos relacionados con el juego en un ámbito diferente. La gamificación puede utilizarse en marketing (para interactuar mejor con los clientes) o incluso en educación a través del edutainment (para implicar eficazmente a los alumnos y facilitar la retención de información).
Pero desde hace varios años, las palancas de la gamificación se utilizan en la contratación. Esta tendencia tiene incluso un nombre: recrutainment (fusión de reclutamiento y entretenimiento).
La idea es hacer que el proceso de contratación sea divertido y una experiencia más agradable para los candidatos. Sobre todo, permitirá a los empresarios atraer talento y evaluar mejor sus competencias.
¿Cuáles son las ventajas de la gamificación en la contratación?
Los juegos son un medio eficaz de optimizar todas las etapas del proceso de contratación:
- En sentido ascendente: mejora la marca del empleador y ayuda a destacar en un mercado competitivo. Los procesos de contratación gamificados no sólo intrigarán a los candidatos, sino que también fomentarán la viralidad (con mecanismos que animan a compartir experiencias dentro de una red). Gracias a la gamificación, la empresa puede ampliar su reserva de candidatos y descubrir perfiles atípicos;
- Durante la contratación: los juegos son un formato interesante para analizar el comportamiento. Además de una entrevista de trabajo tradicional, el reclutador puede poner a prueba las habilidades de las personas con talento en un entorno menos estresante. El reclutador puede evocar las emociones positivas asociadas a los juegos (el reto, el desafío de superarse, la diversión, etc.).
- Post-contratación: al mejorar la experiencia del candidato, la gamificación co-solidifica la relación entre el empleado y la empresa. La gamificación potencia el compromiso y el sentimiento de pertenencia. También les ayuda a integrarse proporcionándoles toda la información que necesitan de forma divertida para facilitar el onboarding.
Un concurso para cada objetivo de contratación
Para que la gamificación dé sus frutos y mejore el proceso de contratación de una empresa, debe diseñarse teniendo en cuenta objetivos específicos. El formato de la competición ofrecida al talento debe corresponder a los resultados deseados por la organización (la etapa de la experiencia que desea imponer). Pero debe adaptarse a las expectativas y perfiles de los candidatos.
1. Una competición para atraer a los mejores talentos
Si el principal reto de la empresa es llegar a los perfiles adecuados y atraer a un número suficiente de candidatos, la solución será un concurso. Este formato aumenta la visibilidad del reclutador cuando se difunde en los canales adecuados (y se potencia con una campaña de Ads) o se organiza con un influencer.
Esta fue la estrategia elegida por Camaïeu para contratar a su responsable de comunicación. Al asociarse con la creadora de contenidos Léna Situations, la marca pudo llegar a un público más amplio y joven (que conocía menos la marca).
Centrado en la GenZ, el proceso de contratación consistía en compartir el propio perfil en las redes sociales. Los candidatos tenían que rellenar un formulario en el que destacaban su personalidad y creatividad.
2. Un test divertido para evaluar las competencias de forma interactiva
Los juegos son útiles para la contratación porque permiten poner a prueba las capacidades de los candidatos en situaciones reales. Un formato como el Quiz es una forma de validar los conocimientos de las personas con talento al inicio de la contratación, de modo que los perfiles con aptitudes para el puesto puedan retenerse.
El juego puede adoptar la forma de un reto para ver cómo interactúan los candidatos. También es una forma de acelerar el proceso organizando sesiones en grupo.
Decathlon organiza sesiones de contratación en grupo, reuniendo a una docena de candidatos para jugar a juegos deportivos. Durante los juegos, los reclutadores observan la interacción entre los candidatos, su forma de reaccionar ante el fracaso, su capacidad para trabajar en equipo, etc. Estas experiencias gamificadas ayudan a identificar perfiles de liderazgo. Al mismo tiempo, los candidatos se sienten cómodos y tienen la oportunidad de demostrar sus habilidades.
3. Juegos serios para sumergir a los candidatos en el mundo de la empresa y facilitar su integración.
Los juegos serios son un formato utilizado en la educación y la formación. Permiten transmitir la información de forma interactiva y profundizar en los conocimientos. Durante la contratación, ayuda al empresario a comprobar la capacidad de las personas con talento para encajar en la empresa (permitiéndoles asegurarse de que el puesto es adecuado).
Esta es la estrategia elegida por La Poste para limitar la rotación de personal. Con el juego Facteur Academy, la organización pudo sumergir a los candidatos en un mundo virtual realista en el que cada talento desempañaba su propio papel de forma anónima. A medida que avanzaban en el juego, se les planteaban preguntas. Por cada respuesta correcta, el candidato recibía una recompensa. Si la respuesta era incorrecta, se enviaba un comentario para explicar el error y ayudar al concursante a progresar.
La gamificación hace que el proceso de contratación sea envolvente. Esto facilita la evaluación de las competencias y aumenta el compromiso de los candidatos. Para el reclutador, es una forma de reducir el riesgo de que a los contratados no les guste el trabajo y de ahorrar tiempo y dinero (con una menor rotación de personal).
El juego es una forma eficaz de transmitir los valores y la cultura de la empresa. Los empleadores pueden así asegurarse de que los candidatos seleccionados están alineados con estos valores y de que se integrarán fácilmente en los equipos.
La gamificación es, por tanto, una poderosa palanca para optimizar su proceso de contratación, en cada etapa de la experiencia del candidato. Con Socialshaker, puede configurar su concurso en función de sus objetivos de RRHH y de su universo de marca. Nuestros formatos le permitirán potenciar su marca de empleador, poner a prueba a los candidatos de forma más eficaz y prepararlos para incorporarse a su plantilla.
